¿Qué es la presbiacusia?
La presbiacusia, que deriva del griego «presbys» (viejo) y «akousis» (escuchar), se define como la pérdida progresiva de la capacidad auditiva para percibir las frecuencias altas, en especial las frecuencias del habla que oscilan entre los 500 y los 4000 hercios.
Este deterioro se produce en el sistema auditivo debido a la edad, afectando principalmente al oído interno y al nervio auditivo. Es una reducción gradual de la función auditiva que se considera una parte natural del envejecimiento y resulta del desgaste acumulativo de todos los órganos con el paso del tiempo.
La pérdida auditiva es una afección bastante común en la población de edad avanzada, normalmente comenzando a manifestarse alrededor de los 60 o 65 años. Es esencial atender a ciertas pistas que pueden indicar la presencia de presbiacusia para proporcionar una intervención temprana y prevenir complicaciones adicionales. Es importante, por ejemplo, observar si una persona asegura oír bien, pero tiene dificultades para entender conversaciones en entornos ruidosos.
Existen diversos factores que pueden acelerar la aparición de la presbiacusia, como los traumatismos e infecciones auditivas, así como condiciones médicas como la hipertensión y la diabetes. La prevención o el tratamiento adecuado de estas condiciones puede minimizar la posibilidad de su desarrollo. Sin embargo, el envejecimiento, el factor subyacente y determinante, no puede modificarse.
¿Cuáles son las causas?
La principal causa de la presbiacusia, como hemos comentado, es la edad. No obstante, hay otros factores que también pueden dar lugar o agravar esta condición:
- Exposición prolongada a ruido: es comúnmente asociada tanto con la presbiacusia como con otros trastornos auditivos.
- Infecciones auditivas: que, si no se tratan, pueden escalar a problemas más serios.
- Enfermedades como la hipertensión y la diabetes: pueden influir en la aparición de la presbiacusia, aunque no es algo habitual. Aquellos que las padecen deben estar atentos a los cambios en su audición e informar a su médico lo antes posible.
- Otros factores: como la ingestión de medicamentos ototóxicos, los traumatismos y determinados factores ambientales también pueden ser contribuyentes.
Síntomas de la presbiacusia
Los indicativos más comunes de pérdida auditiva incluyen:
- Dificultad para oír sonidos que anteriormente se percibían con claridad: como la televisión, la radio y las conversaciones telefónicas.
- Problemas para seguir conversaciones en entornos sociales ruidosos: como bares, restaurantes y centros comerciales.
- Inconvenientes para entender lo que otras personas dicen.
- Molestia ante ruidos fuertes: que anteriormente no resultaban molestos, como el sonido de motocicletas o las sirenas de emergencia.
Si se identifican algunos de estos síntomas o si la persona está en la proximidad de los 60 años, se recomienda una evaluación por parte de un profesional de la salud auditiva.
Pruebas para detectar la pérdida de audición
Para diagnosticar la presbiacusia y determinar su grado, se emplean diversas pruebas audiológicas. Si se empieza a percibir alguno de los síntomas indicados anteriormente, es crucial acudir a un especialista, quien valorará el estado auditivo mediante estas 3 pruebas:
- Otoscopia: Esta técnica implica una exploración visual del oído, donde el especialista emplea una linterna para inspeccionar minuciosamente el oído externo y medio. Permite detectar inflamaciones, infecciones, obstrucciones y otras anomalías.
- Audiometría tonal liminar: En esta prueba, el paciente usa auriculares mientras el especialista emite tonos a diferentes niveles de intensidad. El objetivo es identificar la menor intensidad a la que el paciente comienza a oír estos tonos, permitiendo una evaluación precisa de la audición.
- Audiometría verbal: Similar a la audiometría tonal pero utilizando palabras de dos sílabas. El paciente debe repetirlas, permitiendo evaluar no solo la capacidad de oír sino también de comprender los sonidos. Es especialmente relevante para detectar si el paciente puede percibir sonidos sin poder identificarlos correctamente.
Tratamientos para la presbiacusia
En la actualidad, no es posible curar la presbiacusia con medicamentos. Los únicos tratamientos disponibles son el uso de audífonos, audioprótesis e implantes cocleares para regular diversos aspectos de los sonidos. La rehabilitación auditiva, guiada por profesionales, es fundamental para adaptarse y recuperar la compresión auditiva. Los audífonos son la opción más común, adaptándose según la edad del paciente, presupuesto y resultados de las pruebas pertinentes.
Prevención de la presbiacusia
Es importante tener en cuenta que seguir estas recomendaciones no garantiza la prevención total de la presbiacusia. Sin embargo, adoptar estas prácticas puede ayudar a retrasar o minimizar sus efectos, lo que permite una vida más cómoda durante más tiempo y facilita la detección temprana de la enfermedad para un tratamiento oportuno.
- Evitar la exposición a fuentes de ruido constante con altos decibelios, como conciertos, discotecas u obras en la calle. Si es inevitable, utiliza protección auditiva como cascos especiales o tapones para los oídos.
- No introducir objetos ni líquidos en los oídos, a excepción de los medicamentos recetados por un médico. Hay que tener cuidado con los medicamentos ototóxicos, cuyos efectos secundarios pueden provocar lesiones auditivas o pérdida parcial de la audición.
- Si se padece alguna enfermedad como la diabetes o la hipertensión, prestar especial atención a cualquier síntoma de presbiacusia que se pueda experimentar, ya que estas condiciones aumentan el riesgo de complicaciones auditivas.
- Mantener un estilo de vida saludable, incluyendo una dieta equilibrada, ejercicio regular y evitando el tabaco. La presbiacusia puede surgir debido a diversos factores, además del envejecimiento.
- Realizar revisiones auditivas periódicas, especialmente a partir de los 60 años. Visitar a un otorrinolaringólogo o a un centro auditivo al menos una vez al año y comunicar cualquier síntoma negativo que se experimente. La detección temprana es fundamental para contener los efectos negativos de la presbiacusia.
Beneficios de utilizar audífonos
Es importante recomendar al paciente el uso de audífonos para evitar el aislamiento, ya que esta incomunicación provocada por la sordera puede provocar sintomatología depresiva y acelerar el deterioro cognitivo. Además, con su uso obtendríamos los siguientes beneficios:
- Mejora de las relaciones sociales y familiares: Al comprender claramente la comunicación, se facilita la fluidez en las conversaciones con amigos y familiares. Los audífonos permiten mantener diálogos sin la necesidad de solicitar repeticiones, beneficiando tanto al usuario como a su entorno.
- Incremento de la sensación de seguridad e independencia: Los audífonos eliminan barreras para aquellos con deficiencia auditiva, permitiéndoles realizar actividades cotidianas con normalidad. Esto promueve la confianza en uno mismo y contribuye a una mejor calidad de vida.
- Aumento de la capacidad de concentración: Escuchar claramente sin esfuerzos adicionales mejora la concentración, tanto en entornos sociales como laborales, beneficiando a todas las partes involucradas.
- Mejora de la salud mental: La mejora en la audición elimina limitaciones previas, lo que repercute positivamente en la salud mental del individuo. Al realizar actividades sin impedimentos, se fomenta una sensación de bienestar.
- Fomento de nuevas relaciones: Los audífonos ayudan a superar el miedo al rechazo y permiten establecer nuevas relaciones sociales, restableciendo la confianza perdida en uno mismo.
- Reducción del cansancio físico y mental: Al evitar esfuerzos continuos para escuchar, se reduce el agotamiento físico y mental asociado con la deficiencia auditiva, mejorando así la calidad de vida diaria.
- Mejora general de la calidad de vida: Este punto engloba todos los anteriores. Y es que diversos estudios demuestran que más del 95% de usuarios de audífonos reporta una mejora en su calidad de vida, ya que estos dispositivos facilitan la realización de actividades cotidianas y promueven la autonomía, generando un impacto positivo en la calidad de vida.
Si tienes sospechas de que tú o alguien de tu entorno podría padecer pérdida de audición, puedes ponerte en contacto con nosotras para realizar las pruebas necesarias y ofrecer una solución adecuada y personalizada.